Sin duda, las estadísticas dan miedo y, a veces, es posible que no creer que es posible hacer que una relación en familia funcione con TDAH en la mezcla.
Antes de poder criar con éxito a un niño con TDAH, es esencial comprender el impacto de los síntomas de su hijo en la familia en general. Los niños con TDAH exhiben una serie de comportamientos que pueden alterar la vida familiar. A menudo no "escuchan" las instrucciones de los padres, por lo que no las obedecen. Están desorganizados y se distraen fácilmente, lo que hace que tengan que esperar a otros miembros de la familia de ser atendidos. O comienzan proyectos y se olvidan de terminarlos, y mucho menos limpiar después de ellos. Los niños con problemas de impulsividad a menudo interrumpen las conversaciones, demandan atención en momentos inapropiados y hablan antes de pensar, diciendo cosas sin tacto o vergonzosas. A menudo es difícil llevarlos a la cama y a dormir. Los niños hiperactivos pueden moverse por la casa o incluso ponerse en peligro físico.
Debido a estos comportamientos, los hermanos de niños con TDAH enfrentan varios desafíos. Sus necesidades a menudo reciben menos atención que las del niño con TDAH.
Pueden ser reprendidos más bruscamente cuando se equivocan, y sus éxitos pueden ser menos celebrados o dados por sentados. Pueden ser enlistados como padres asistentes, y culpables si el hermano con TDAH se porta mal bajo su supervisión. Como resultado, los hermanos pueden encontrar su amor por un hermano o hermana con TDAH mezclado con celos y resentimiento.
Las demandas de monitorear a un niño con TDAH pueden ser física y mentalmente agotadoras. La incapacidad de su hijo para "escuchar" puede llevar a la frustración y esa frustración a la ira, seguida de la culpa por estar enojado con su hijo. El comportamiento de su hijo puede ponerlo ansioso y estresado. Si hay una diferencia básica entre su personalidad y la de su hijo con TDAH, su comportamiento puede ser especialmente difícil de aceptar.
Para enfrentar los desafíos de criar a un niño con TDAH, debe ser capaz de dominar una combinación de compasión y consistencia. Vivir en un hogar que brinda amor y estructura es lo mejor para un niño o adolescente que está aprendiendo a manejar el TDAH.
Comprender cómo se siente tener TDAH, sin juzgarlo, ayudará a ambas partes a permanecer en la misma página y le permitirá recuperar un hogar tranquilo y feliz.
Existe un dicho: Cuanto más amor des, más recibirás.
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