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  • Foto del escritorCE Emmanuel Mounier

Diferencias de Aprendizaje en Adolescentes ¿Qué es una diferencia o problema de aprendizaje?



Una definición importante se encuentra en el manual de estadística y diagnósticos de Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de American Psychiatry Association en los Estados Unidos, el libro de referencia principal en que confían los médicos y que les ayuda a diagnosticar estas afecciones. La edición más reciente, el DSM IV, identifica tres tipos de diferencias de aprendizaje: dislexia, la incapacidad para leer, deletrear y escribir palabras, pero no como resultado de una visión defectuosa o daño; digrafía, la incapacidad para escribir correctamente, y discalculia, la incapacidad para realizar cálculos matemáticos.

** De acuerdo con el Manual Diagnóstico DSM-IV, en estos trastornos no se encuentra afectada la capacidad intelectual, la madurez emocional o la habilidad para establecer relaciones sociales. No obstante, las dificultades que manifiestan estos alumnos interfieren directamente en su desenvolvimiento integral.

** Esto abarca no solo los tres trastornos anteriormente mencionados, sino también el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y los trastornos de desarrollo en general, incluso el síndrome de Asperger.

Algunos clasifican la discapacidad intelectual como un problema de aprendizaje, cosa que en varias ocasiones no es tratada adecuadamente en los centros escolares, ya que no hay un segumiento o una educación especial para los aquellos cuyo rendimiento académico está muy por debajo de su potencial por dichas diferencias de aprendizaje. Por lo general, un déficit de aprendizaje se hace evidente en la infancia, aunque no siempre. Si los problemas son sutiles, es probable que el niño los compense durante algún tiempo; de hecho, algunos de estos niños o niñas son muy brillantes. Pero cuando comienzan a asistir a la escuela, todo se torna más complejo, y al llegar a tercero o cuarto grado de primaria, los niños comienzan a experimentar dificultades más concretas. “Es en este momento que el plan de estudios cambia de dinámica, de ‘aprender a leer,’ a ‘leer para aprender’ ”, explica el Dr. Mark L. Wolraich, especialista en problemas de aprendizaje. Varias de estas condiciones tienen características que se traslapan; en consecuencia, es muy común que haya diagnósticos equivocados.

Por ejemplo: La dificultad para concentrarse en la escuela caracteriza TDAH, pero es también una característica distintiva del síndrome de Asperger, de las discapacidades intelectuales o la depresión. Además, las dificultades de aprendizaje normalmente vienen acompañadas de problemas secundarios. ¿Diferencia de aprendizaje? Es eso y mucho más. Es raro que los efectos de una diferencia de aprendizaje radiquen únicamente en el salón de clases.

A menudo invaden otras áreas de la vida cotidiana. Hacer amigos puede ser una tarea especialmente difícil para muchos de estos jóvenes, ya que algunos no tienen suficientes destrezas sociales, como la habilidad para entender los matices del lenguaje y leer expresiones faciales. Es probable que escuchen una broma y no la entiendan como los demás. Por supuesto, muchos niños y niñas con dificultades de aprendizaje se llevan muy bien con sus compañeros, pero para aquellos que se sienten incómodos y no pueden desenvolverse bien en el ámbito social, la adolescencia puede convertirse en una etapa muy difícil. Los pediatras u otros profesionales de la salud de los adolescentes con problemas de aprendizaje les realizarán pruebas para diagnosticarles ansiedad o depresión.

El diagnóstico de un niño empuja a los padres a convertirse en defensores: las personas encargadas de conseguirle los servicios educativos, psicológicos y de rehabilitación que necesita. Las madres y padres también se convierten en defensores al brindarles amor y motivación constantes. Mantener su autoestima a flote y promover una autoimagen positiva son de igual importancia para ayudar a un niño a superar un problema de aprendizaje en el área académica.

En resumen, sea el fanático número uno de su hijo. Recuerde: Nadie le amará y apoyará más que usted. Si sospecha que su hijo adolescente puede tener algún tipo de problema de aprendizaje, consúltelo con su pediatra, para delimitar un plan de acción. No ignore sus instintos, que es lo que hacen algunos padres, básicamente por miedo a que se diagnostique TDAH u otro problema que pueda estigmatizar a su hijo de manera permanente. ¿Estigmatizarle? ¿Con quién? Entre una creciente concienciación del público en general y los 120,000 casos nuevos de trastornos de aprendizaje que se diagnostican en los estudiantes todos los años, un problema de aprendizaje ya no conlleva el estigma que una vez representaba. Pero, francamente, lo que piensen otras personas ni siquiera deben interesarle a los padres.

Cuando las madres y padres ignoran la realidad de la situación, con la buena pero equivocada intención de proteger a su hijo, le están privando de la ayuda que necesita para aprender a vivir con su trastorno. Hasta entonces, lo que sufrirá son sus tareas de la escuela, y reforzará un patrón destructivo de fracaso. Y si no recibe atención especializada que le enseñe cómo controlar los comportamientos de aislamiento, entonces sufrirá más el rechazo de sus compañeros. Aproximadamente dos de cada cinco niños y niñas con TDAH no son diagnosticados hasta que llegan a la secundaria y preparatoria, y algunas veces hasta que llegan a la universidad. Imagínese lo que significa pasar años sin entender porque no puede mejorar en la escuela.

¿Cuántos adolescentes terminarán pensando la razón es porque son “tontos”o “perezosos”, que es de lo que les acusan con frecuencia. Recibir una explicación de por qué el aprendizaje siempre ha sido difícil por lo general representa un alivio. Aunque es mejor detectar los problemas de aprendizaje en las primeras etapas de la infancia, nunca es demasiado tarde para ayudar a un joven a cambiar las cosas. Hoy en día existen Centros Escolares especializados en la atención de estas diferencias de aprendizaje, guiando de la mano tanto al estudiante como a los padres con sistema de trabajo que proporcionan las condiciones adecuadas para lograr un desarrollo eficaz del estudiante logrando una adaptación adecuado para una vida profesional plena. Estos centros proporcionan excelentes espacios y adecuaciones académicas para conseguir sus objetivos como grupos reducidos, seguimiento personalizado, un respeto al ritmo de trabajo de cada estudiante, programas de desarrollo de habilidades con un profesorado especializado para sacar lo mejor de cada uno de los estudiantes.

Hoy en día existen escuelas especializadas, como el Centro Educativo Emmanuel Mounier, que cuenta con la estructura y herramientas educativas necesarias para que los alumnos logren cursar exitosamente Secundaria y Preparatoria, lo que les permitirá alcanzar una carrera profesional.

Fuentes:

- Adapted from Caring for Your Teenager (Copyright © 2003 American Academy of Pediatrics) - Educación de niños y Jóvenes con discapacidades. Seamus Hegarty - UNESCO - Guía de actuación en la escuela ante el alumno con TDAH. Federación Española de Asociaciones para la Ayuda del Déficit de Atención e Hiperactividad.

*La información plasmada en esta nota no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Cada caso debe atenderse de forma individual y con ayuda profesional.


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